Dentro de la enorme heterogeneidad que muestrea la educación superior en América Latina, es factible reconocer en los países del continente tendencias comunes y contrapuestas entre sí.
Por un lado, una fuerte expansión de los sistemas se tornó la nota dominante en todos los países durante la primera década y media de este siglo. En buena parte de ellos, tuvo un rol protagónico en este proceso un Estado que se convirtió, como en otros espacios de la vida latinoamericana, en el garante de la ampliación de derechos, de los que no estuvo excluido el derecho a la educación superior.
Por el otro, una tendencia hacia la mercantilización de la educación superior, que la concibe como un servicio transable y que, con el giro neoconservador producido en varios países del continente, busca ganar espacio y revertir algunas de las conquistas de los años anteriores.
En ese contexto, CONADU impulsa fuertemente la conformación de un espacio sindical de la educación superior latinoamericano, conectado también con los debates que se desarrollan a nivel global. En él, tiene un rol significativo -en los aspectos académicos y formativos- su Instituto de Estudios y Capacitación. Su finalidad es ser parte activa en la construcción de políticas públicas que sustenten una estrategia de defensa y fortalecimiento de la educación superior y de la universidad pública, democrática, gratuita y de calidad para todos y todas, articulando múltiples acciones a nivel regional.
