Casi mil personas desbordaron con creces las 500 butacas del Auditorio Baterías D de la Universidad Nacional de Córdoba y se desparramaron en pasillos, ingresos y bordes del escenario para participar del cierre del Encuentro Latinoamericano contra el Neoliberalismo por una Universidad Popular y Democrática, desarrollado durante todo el domingo 10 de junio, horas antes del inicio de la Conferencia Regional de Educación Superior. El evento reunió a trabajadores y trabajadoras docentes, estudiantes, autoridades y especialistas de distintos puntos del continente, quienes participaron de paneles especiales y comisiones de discusión con el objetivo de establecer diagnósticos y propuestas que anticiparan no solo los debates que se darían en la CRES a partir del día siguiente sino también aquellos a los que se enfrentará América Latina en materia de educación superior para los próximos años. Fue organizado por CONADU, CLACSO, agrupaciones estudiantiles y de investigadorxs y docentes, redes y referentes académicos.
Tanto en la apertura como en el cierre se vivió un clima de fiesta y resistencia, animado por los cantos que bajaban de las gradas superiores y la convicción generalizada de que, a la par que hay que resistir los embates del neoliberalismo que retomó posiciones en América Latina, hay que seguir una agenda propositiva que profundice la democratización de la educación superior pública que se verificó en los primeros quince años de este siglo. Como apuntó ese día el notable analista portugués Boaventura de Sousa Santos, “los enemigos de la universidad pública están también adentro de la universidad pública; eso también lo mostró la Reforma de 1918. Por eso, lo mejor no es una lucha defensiva, lo mejor es radicalizar la lucha”.
Santos formó parte del panel de clausura, junto a Gabriela Diker (rectora de la UNGS), Eduardo Rinesi (ex rector de la misma institución) y Pablo Gentili (Secretario Ejecutivo de CLACSO). (Leer resumen de la mesa.) Justo antes, se había producido la lectura del documento “De la juventud universitaria Argentina, a los pueblos de toda América Latina”, elaborado por los estudiantes de las agrupaciones participantes: La Cámpora, MPE, Nuevo Encuentro, Megafón Peronismo Militante, Liberación, La Mella, MUI, Unidos por al UNAJ y Juventud CTA de los Trabajadores.
Al cierre, se produjeron los discursos de cierre del secretario general de CONADU, Carlos De Feo; el diputado Hugo Yasky; el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, y el secretario general de la Internacional de la Educación, David Edwards, presentados por Federico Montero, secretario de Organización de CONADU. (Leer resumen del acto de clausura.)
El Encuentro había comenzado poco antes del mediodía, con una presentación de Yamile Socolovsky (directora del IEC-CONADU y secretaria de Relaciones Internacionales de la federación), quien trazó el cuadro de situación que atraviesa la región, expuso los objetivos del encuentro y relató su génesis, a través de sucesivos foros regionales. La primera mesa estuvo integrada por los rectores Ángela Maria Paiva Cruz (Universidad Federal de Rio Grande do Norte, Brasil) y Freddy Álvarez (Universidad Nacional de Educación, Ecuador), los dirigentes sindicales Fátima da Silva (vicepresidenta de la Internacional de la Educación América Latina), Javier Blanco (secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba) y Carlos De Feo. (Leer resumen de la mesa.)
En seguida, se realizó el primer panel especial, con la participación del mexicano Axel Didriksson, quien no solo es un destacado investigador de políticas universitarias sino que formó parte del comité de redacción de la histórica Declaración de Cartagena de Indias (2008); la decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, Graciela Morgade, y el investigador cordobés Diego Tatián, ex decano de la Facultad de Humanidades de la UNC. (Leer resumen del panel.)
Más tarde, los asistentes se trasladaron a la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (FAMAF) para discutir en comisión en base a cuatro ejes: Derecho a la educación, Derecho al conocimiento y al desarrollo, Democratización de la universidad y Privatización y mercantilización.
El Encuentro culminó al día siguiente, jornada de apertura de la CRES, cuando las organizaciones participantes concretaron una masiva movilización desde la Ciudad Universitaria hacia el antiguo rectorado de la Universidad de Córdoba, en el centro de la ciudad, aquel que fue tomado por los estudiantes en las jornadas de la Reforma de 1918. Allí, en un acto conjunto con la CONADU Histórica y organizaciones estudiantiles, se afirmó el compromiso de luchar contra el ajuste y por una universidad popular y democrática.
El resultado del Encuentro, y luego el de la propia CRES, confirma que fue acertado plantearnos la iniciativa de generar nuestra propia convocatoria para, como decíamos en el Documento inicial de convocatoria, llegar a la Conferencia con una voz clara respecto de la situación actual de la educación superior y la universidad en América Latina y en el mundo, y en condiciones que permitieran articular una intervención eficaz en los debates que allí debían plantearse.
Si miramos esa semana en su desarrollo, hubo una clara continuidad entre los debates y presentaciones del Encuentro y las discusiones que permitieron que la CRES concluyera con una Declaración de principios que no solamente reafirma la definición latinoamericana de la educación superior como un derecho fundamental y una responsabilidad de los Estados, sino que avanza en la caracterización de un escenario global en el que los gobiernos deben poner un freno al avance de la mercantilización.
Pero la nota más destacable del Encuentro fue la presencia masiva de las organizaciones estudiantiles, un arco amplio y diverso de fuerzas que viajaron toda la noche, participaron activamente con las y los docentes en las comisiones de debate, acompañaron con entusiasmo las presentaciones en las sesiones plenarias, produjeron un excelente documento común para el cierre, y llenaron de alegría militante todos los momentos de la jornada. Esa presencia y esa convicción es nuestra esperanza, y justifica con creces todos los esfuerzos.