El pasado lunes, como todos los 25 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Este día recuerda a las hermanas Mirabal, Minerva, Patria y María Teresa, quienes fueron asesinadas por la dictadura de Trujillo en República Dominicana. La iniciativa original para instituir este día de memoria y de luchas renovadas por la igualdad, partió del primer EFLAC –Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe- en 1981 y luego fue adoptado como día internacional por la ONU en 1999.
A partir del #NiUnaMenos en nuestro país la violencia de género ocupa un lugar destacado en la agenda pública; En el mundo del trabajo y en los sindicatos también se viene dando un proceso de visibilización del problema, puesta en discusión y propuestas para atender situaciones urgentes y contribuir a crear organizaciones y espacios libres de violencias de todo tipo.
En esta intervención, realizada en el marco de un seminario organizado a mitad de año por las secretarías de género y de formación de la CTA, Estela Díaz nos cuenta por qué es posible pensar la violencia como un tema central en la agenda sindical y cómo fue el proceso de elaboración de protocolos de actuación ante situaciones de violencia.
Además, cuando se trata del mundo del trabajo la agenda de violencia de género abre espacios para discutir también las situaciones de violencia laboral que afectan a trabajadoras y trabajadores. Este año, en el centenario de la Organización Internacional del Trabajo se aprobó en su seno un Convenio (C190) y una Recomendación (R206) sobre violencia laboral, tras cuatro años de discusiones y negociaciones. El texto, aunque con falencias, constituye un gran avance para garantizar el derecho a trabajar en un ambiente libre de violencias. Se ha iniciado ya en nuestro país la campaña para su adopción y existe actualmente en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que lleva la firma del diputado Hugo Yasky para ratificarlo.
Este documento del IEC-CONADU sintetiza qué establece el Convenio 190 y la Recomendación 206 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre aquellas actitudes que producen un daño físico, psicológico, sexual o económico, incluidas las razones de género y el acoso sexual.
Finalmente, en la segunda parte de su intervención, Estela Diaz nos cuenta cómo fue el proceso de discusión y aprobación del Convenio en el marco de la OIT y hace una valoración política del mismo.
Nos seguimos leyendo y trabajando por un mundo libre de violencias.
Yamile Socolovsky
Directora IEC-CONADU