Fue elaborado a partir de una encuesta nacional junto con iniciativas internacionales. CONADU participó tanto de la realización de la encuesta como de la presentación en el Congreso.
La Federación Nacional de Docentes Universitarixs (CONADU) participó en la Cámara de Diputados de la Nación de la presentación ─en modalidad mixta─ del informe “Trabajar sin violencias”, que surge de la Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo en Argentina elaborada por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) y la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, con el impulso de la Iniciativa Spotlight ─una alianza entre la Unión Europea y las Naciones Unidas por el fin de las violencias de género─ e implementada a través de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Como parte de la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, CONADU sumó a la realización de las más de ocho mil encuestas. El objetivo de este trabajo es aportar información sistematizada, fortalecer el rol de los sindicatos como actores clave para la prevención de la violencia y el acoso, y contribuir a la construcción de políticas públicas para abordarlas y erradicarlas.
Los principales resultados fueron compartidos en el marco del primer aniversario de la publicación de la Ley 27.580, que dio aprobación del Congreso a la ratificación del Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Yukiko Arai, Directora de la Oficina de País de la OIT para la Argentina, inauguró las intervenciones: “El aniversario es un marco muy especial para presentar los principales resultados de la Encuesta Nacional sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo en Argentina. El esfuerzo contribuirá a fortalecer el rol de los sindicatos como actores claves para prevenir la violencia y el acoso, y al mismo tiempo contribuirá a la construcción de políticas públicas para abordar y erradicar prácticas inaceptables”.
A su turno, Jorge Calzoni, Rector de la UNDAV, puso el foco en el rol que recuperaron las universidades públicas argentinas: “Salimos de la estupidez de pensar que estamos para otra cosa. Porque las universidades no solamente tienen el fin de enseñar, de investigar, de dialogar con su comunidad; tenemos la posibilidad también de articular con los distintos sectores de la vida comunitaria para poder encontrar elementos y herramientas que después los decisores políticos puedan llevar adelante. Nosotros no resolvemos los problemas de la gente, pero sí formamos a quienes los resuelven y sí podemos generar herramientas para que se resuelvan esas situaciones”.
Para cerrar el primer panel, Carmen Brítez, Secretaria de Organización de la Unión de Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP) y representante de la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral, señaló a las mujeres como las artífices de la ratificación del Convenio 190: “Fuimos las mujeres sindicalistas y las diputadas y senadoras nacionales quienes hicimos entender a los compañeros que el Convenio 190 no era solamente de las mujeres, sino de la sociedad entera. Y ahora este informe será una herramienta de visibilidad para poder seguir articulando y trabajando hasta llegar a una ley nacional”.
Entre los resultados de la encuesta surge que 6 de cada 10 trabajadores y trabajadoras experimentaron o experimentan alguna situación de violencia en el trabajo, mientras que 3 de cada 10 dijeron padecerla en su actual trabajo. La violencia psicológica es la que mayores menciones acaparó (78% de los casos), seguido de situaciones ligadas a la discriminación (67%), y finalmente, violencia sexual (52%) y física (35%). La violencia laboral es mayor entre mujeres y personas no binarias, 65,5% y 87,6% respectivamente, mientras que entre los varones el porcentaje alcanza al 43,5%.
Javier Cicciaro, Oficial del proyecto de la OIT en la Iniciativa Spotlight, tomó la palabra como moderador de la segunda ronda de intervenciones durante la presentación: “Como OIT nos interesó la propuesta por dos motivos: en primer lugar, porque nos parecía que iba a permitir achicar la brecha de datos en Argentina en materia de violencia y acoso en el mundo del trabajo. El segundo motivo tenía que ver con ser un estudio que permitiera a los sindicatos revisar sus estrategias e instrumentos de trabajo y afinarlos”.
Cicciaro le dio el pase a Pablo López Fiorito, sociólogo, investigador de la UNDAV y coordinador del proyecto: “Las compañeras y los compañeros de la Red venían trabajando en el cuestionario hacía un montón de tiempo. Venían trabajando en reflexionar cómo dimensionar el problema de la violencia laboral en la Argentina hacía un montón de tiempo. La UNDAV acompaña a los actores en su territorio, no les enseña lo que tienen que decir o hacer, sino que a través de las preocupaciones que los actores ─en este caso los sindicatos─ tienen en el territorio nosotros los acompañamos con la parte técnica, que es una parte importante pero chiquita. La universidad que construimos es una universidad incómoda, que escucha muchas voces e intenta encontrar una síntesis de esas voces”.
En un clima festivo y de mucha emoción, expuso María Alejandra Arlegui, Secretaria de Igualdad de Género del Sindicato Unido de Trabajadores y Empleados de PAMI (Sutepa) y representante de la Red Nacional Intersindical contra la Violencia Laboral: “Sentimos que hemos militado el trabajar sin violencias. Creamos una Red que se caracteriza por trabajar sin jerarquías, de manera colectiva, sin superiores ni inferiores, ni históricos o recién llegados. Todos tenemos una voz. Pero sobre todo creemos que trabajar intensamente, arduamente, no implica maltrato. No es necesario. La violencia laboral es un problema sistémico y tiene una matriz patriarcal. Pero la prevalencia de la violencia de tipo psicológica principalmente ejercida por personas con algún nivel de mando viene a plantear qué es el poder y qué significa tener poder. Si tener poder significa someter, doblegar y presionar o, en cambio, significa desarrollar capacidades, liderar proyectos, motivar y sumar personas. En este marco, el gran logro de la Red es haber realizado este trabajo de esta manera: sin violencias”.
La encuesta corroboró que la violencia en el ámbito laboral se ejerce mayormente desde posiciones jerárquicas, amparada en las asimetrías de poder. Según los datos, los superiores jerárquicos ejercen, en mayor medida, violencia psicológica, discriminación y comentarios sexistas, mientras que los usuarios, clientes y pacientes, tienen un rol prioritario en la violencia física.
Otro dato relevante de la encuesta es que solo 3 de cada 10 personas que sufrieron violencia o acoso en el ámbito laboral realizaron la denuncia y entre estas personas, fueron los sindicatos los que mayormente acompañaron a los trabajadores y trabajadoras en la realización de los reclamos.
La presentación de “Trabajar sin violencia” terminó con los aportes de Vanesa Siley, Presidenta de la Comisión de Trabajo de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y Secretaria General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales; y de Patricia Sáenz, Directora Nacional de Protección e Igualdad Laboral del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.
Siley enfatizó en la existencia de una deuda pendiente con las mujeres trabajadoras, por ser las principales víctimas de la violencia laboral: “Debemos afianzar el concepto de que un ambiente laboral saludable tiene que estar libre de violencias. No podemos hablar de salud, de higiene o de prevención si no hablamos de la erradicación de la violencia. Y ahí nos metemos en el corazón mismo de la vida y de las relaciones laborales en las fábricas, en los juzgados, en las oficinas, en las escuelas… en todos los ámbitos laborales”.
Para Saénz, salir de la violencia es pasar de lo individual a lo colectivo: “La lucha tiene que ser colectiva, tiene que dar prioridad al género y a las diversidades. Pero solamente lo vamos a hacer con el acompañamiento de los varones y discutiendo, sentándonos a debatir, a pensar cómo vamos a desarrollar el Convenio 190”.
Como hoja de ruta frente a la violencia en el mundo del trabajo, la acción sindical identificó la necesidad de:
● Promover la conformación de equipos interdisciplinarios.
● Implementar e incrementar la capacitación sindical para el tratamiento de situaciones en violencia y acoso en el ámbito laboral a fin de elaborar y mejorar los procedimientos para su detección y abordaje, especialmente para las que ocupan mandos medios y superiores.
● Profundizar las campañas de sensibilización y prevención, como así también difundir los recursos normativos, institucionales y sindicales disponibles.
● Profundizar las acciones de concientización, sensibilización, prevención e intervención sindical particularmente ante la violencia por razones de género.
● Participar del diseño y promover la implementación de protocolos de prevención e intervenciones que involucren al sector empleador.
Se puede ver el informe completo aquí:
Se puede ver el video completo de la presentación aquí: