Gabriela Gallardo y Norma Canton son docentes investigadoras y extensionistas de la Universidad Nacional de Chilecito. Desde la provincia de La Rioja, conversaron con Política Universitaria sobre la Feria Itinerante, Científica, Universitaria y Solidaria (FICUS), una iniciativa de extensión en la que la universidad establece vinculaciones con comunidades escolares de la región.
¿A partir de qué recorrido formularon este proyecto en el que están involucradas, y cómo funciona?
Gabriela Gallardo: Mi nombre es Gabriela Gallardo, soy bióloga, oriunda de Tucumán. Me instalé hace 18 años en Chilecito. Hice un doctorado acá en el Valle, un estudio sobre reproducción de reptiles. Siempre me ha movilizado mucho contribuir socialmente con lo que se pueda. En Tucumán trabajaba en villas que ahora les dicen zonas marginales, en ese momento le decíamos villas miseria. Acá en Chilecito, ya teniendo un trabajo estable, y con todas las políticas que se abrieron desde la SPU, esa forma de llegar al territorio a través de lo que una sabe o las contribuciones que uno puede hacer a partir de la profesión que ha adquirido en la universidad estaba más estructurada. Este es un proyecto que genera un espacio para múltiples tipos de actividades desde una universidad que no es del Interior, sino es del interior del Interior. Porque estamos en Chilecito, que es la ciudad más grande, después de la ciudad capital, en La Rioja. Tiene más o menos 55.000 habitantes. Y en La Rioja hay muchos pueblitos, algunos están muy aislados, así que la universidad tiene un efecto multiplicador y un impacto muy importante en las comunidades.
Norma Canton: Mi nombre es Norma Canton, soy doctora en Biología. Mi especialidad es el trabajo con hongos y líquenes y esta universidad (también vine de Tucumán) me dio la oportunidad de poder especializarme. Gaby me propuso sumarme al proyecto, yo siempre aposté por la comunidad y por devolver a la comunidad lo que nos dio a nosotros con la universidad. La feria FICUS es una propuesta sociocultural, educativa y científica, solidaria, desde la universidad a la comunidad y viceversa. Es recíproco, porque uno recibe saberes de esa comunidad.
GG: Hemos planteado la Feria FICUS, primero como una actividad de la Semana de la Ciencia. Al cambiar las gestiones en la universidad, y tener más apertura y más apoyo para las actividades de extensión, hemos vislumbrado la oportunidad de hacer la Feria una vez por mes. La habíamos hecho en una oportunidad en la Semana de la Ciencia, y luego, al salir de la pandemia, retomamos la idea. Apostamos a la idea de que la universidad, al tener el carácter de nacional, pública y gratuita, debe llegar al interior profundo de la provincia y generar un espacio de intercambio en las escuelas de los distintos pueblos. En FICUS no sólo participa la comunidad escolar, sino también la comunidad local, dependiendo, por supuesto, de las características de la escuela y del pueblo. En la organización de cada edición hablamos previamente con el director o la directora de la escuela para ver qué temas necesitan ellos que sean abordados. Teniendo en cuenta lo que nos piden convocamos a docentes, científicos, técnicos, a las y los alumnos, y programamos las actividades. Algunas son fijas, y están las que la escuela demanda específicamente. Armamos charlas, conversatorios, stands, experimentos, juegos, recorridos por el campo. Eso es un aporte enriquecedor, acá en La Rioja la vida de muchas personas está sujeta a la ruralidad. Por ejemplo, en la última edición hemos ido a una escuela primaria que está bastante alejada, en un lugar muy bonito, cerca de la montaña, del río, y un colega geólogo que supo aprovechar ese hermoso paisaje le explicó a los niños y niñas el porqué del color del agua, cómo se forman y cómo se llaman las montañas, qué tipos de rocas observaban. También llevó un dron, que fue una gran novedad para los docentes y para las y los niños, sobre todo. En esa misma escuela primaria hay realidades muy difíciles del alumnado, así que también, por pedido de los directivos, se han abordado temas relacionados con VIH, alcoholismo.
Empezamos a asumir otros compromisos. Por ejemplo, hay escuelas que tienen todos los instrumentos y materiales de laboratorio, pero no los tienen instalados y falta conocimiento de su utilización. Las y los docentes ven cómo sus alumnos se entusiasman con los instrumentos con que llegamos y quieren sacar y usar todo lo que tienen en cajas. Así que ahí ya nos comprometemos a capacitarlos, a ayudar a armar el laboratorio escolar. También hemos ramificado el espacio FICUS con los proyectos ABP, que consisten en el aprendizaje basado en proyectos. En una escuela del norte del Valle Antinaco-Los Colorados, dos maestras nos plantearon proyectos ABP, así que nos hemos involucrado participando en actividades de forestación junto a toda la comunidad, incluido el delegado comunal, que ya nos ha manifestado otro tipo de necesidades para el lugar. Hemos dado talleres sobre bosque nativo, sobre el uso de las plantas nativas en talco, jabones, alimentos. En el marco del otro proyecto ABP planteado por la maestra de jardín de infantes, estamos produciendo plantines de hortalizas en el vivero de la Universidad, junto a los estudiantes universitarios, con el fin de armar en conjunto la huerta y dar los talleres necesarios de compostaje y de cultivo de hortalizas. Y en esos talleres están las niñas y los niños, las y los docentes, y gente de la comunidad, que aporta, por supuesto, muchísimo conocimiento. Así que es un espacio de intercambio porque nosotros también nos nutrimos de esos saberes locales y de la experiencia de los pobladores.
NC: Para nosotras también es importante la participación de las y los estudiantes de la universidad. Ellos estudian acá en la universidad la parte académica, pero que se involucren y vean otra realidad, haciendo extensión, colaborando, participando, haciendo jugar a los chicos o participando ellos en las diferentes actividades que proponemos es fundamental. Estamos teniendo muchos alumnos, cada vez quieren participar más. De alguna manera, los futuros profesionales se interiorizan de la realidad regional y profundizan en lo más humano. A veces nos queda chica la Traffic para llevar a todos, y eso es un gran aliciente.
GG: La feria sería más bien un espacio de innovación y desarrollo, diría yo. Por ejemplo, al sudeste del valle, en la provincia de La Rioja, hay un pueblo que se llama Los Colorados. Ese pueblito está en una formación triásica con muchos fósiles, se hicieron distintos trabajos de paleontología, algunos generados por colegas del centro de investigaciones de CONICET de Anillaco. En una de las ediciones FICUS hemos ido a Los Colorados y docentes investigadores de la carrera de Turismo han brindado una capacitación a los pobladores y también han recabado información para sus investigaciones. A medida que vamos haciendo las distintas ediciones, van surgiendo distintas necesidades y solicitudes de apoyo. El entusiasmo colectivo que se genera en ese espacio, en esa jornada, es una cosa realmente muy enriquecedora para todos, gratificante, porque en cada pueblo del interior riojano el mosaico de necesidades y riquezas es muy distinto.
NC: En esta zona donde nosotros estamos, en el interior del Interior, el acceso a esas escuelas puede ser difícil, porque son caminos de montaña, pero, además, no hay colectivos con frecuencia para llegar a esas escuelas. Antes había programas que consistían en visitas de médicos, odontólogos para hacer revisiones en la comunidad, porque ellos no pueden llegar a las grandes ciudades. Con grandes ciudades estamos hablando de Chilecito, que en proporción, para estos pobladores, es una gran ciudad. Al llegar hasta esas escuelas, somos bienvenidas. Una vez al mes comunicamos que se van a hacer donaciones y que vamos a ir a tal escuela; mucha gente colabora con alimentos, libros, ropa, calzado. FICUS significa Feria Itinerante, Científica, Universitaria y Solidaria. La solidaridad es un punto muy fuerte en la actividad también. Y bueno, la colecta la verdad que es muy bienvenida, y más en estos tiempos. Así que, usamos los medios de difusión de la universidad, los y las colegas de comunicación colaboran mucho con la organización para aumentar las donaciones y difundir el evento.
¿Cómo es formalmente la inscripción institucional de FICUS y cómo está organizado? ¿FICUS ha dado lugar a otras iniciativas de extensión o de vinculación?
GG: Al no haber este año ningún llamado de programas de extensión de la SPU no teníamos dónde presentarlo, lo llevamos directamente al Rector y ha salido por resolución rectoral.
El programa sirve para ampliar la cultura general y la científica, para acercar la universidad, para hacer tangible el acceso a la universidad. El otro día participó una docente egresada de robótica, una chica que ha estado en el Instituto Balseiro, además ha tenido la beca YPF. Esa colega dió una charla sobre robótica a estudiantes secundarios en un pueblo del interior riojano, que a partir de eso han visto la oportunidad de acceder a la universidad, a una carrera de esa envergadura en términos de tecnología, que es algo que cuando te escasean los recursos económicos, ves lejana. Aparte, esta docente contó en la charla que gracias a la beca Belgrano, a la beca Bicentenario, a lo que la universidad le proveyó en su momento pudo estudiar a pesar de venir de un origen muy humilde. Le hizo ver eso a las y los chicos, no es solo lo académico.
NC: Los chicos y chicas de estas escuelas ven a la universidad como algo que está muy lejos, creen que no pueden, que son muy humildes, que no van a llegar. Esta es una forma de decirles que todos pueden llegar, que todos pueden ir a la universidad, que la tienen cerca, que no se tienen que ir a otros lugares a estudiar. Algunos se van a otras provincias a estudiar, o a la ciudad de La Rioja, y después vuelven por la situación económica. Algunas escuelas también nos han solicitado capacitaciones en cuestiones referidas a la accesibilidad y discapacidad. Hay escuelas en que han participado los padres y madres, y otras que no. Pero donde han participado, junto con toda la comunidad, ha sido muy enriquecedor para ellos, y para nosotros también.
También complementa otros saberes y aprendizajes de las escuelas, ¿no?
GG: Sí, porque es un espacio de intercambio de saberes. Nosotros nos volvemos con muchas preguntas sobre realidades distintas. En mi caso, que investigo sobre los reptiles, empezamos a hablar con los chicos y te cuentan, “He visto tal cosa”, “No, pero acá en teoría no hay”. En teoría. Les decimos: “Saquen fotos y vamos a volver para que veamos las fotos que han sacado, a ver qué especies son”. No hay que desestimar, por la simplicidad de los conocimientos que manejan, el valor que tiene todo ese intercambio. Nos enriquecemos todos. En el mundo académico se desestima tradicionalmente la extensión porque está la idea de que lo relevante es investigar puertas adentro, pero la riqueza de esos intercambios a mí me parece más creativa, y aparte el condimento humano que es lo mejor, de estar conversando, de intercambiar lo que uno sabe, de recibir el conocimiento, la curiosidad de los chicos.
Una forma de ciencia ciudadana.
NC: Si bien aún no se ha formalizado una propuesta de investigación conjunta con la comunidad, si se han planteado varios problemas y hemos hablado sobre los posibles abordajes. Por ejemplo, hay muchas quemas que producen incendios, entonces se pierde muchas veces la poca flora que hay. Al ser un ambiente tan seco la recuperación de la vegetación es costosa y lenta. Damos esos conceptos y pensamos posibles soluciones en conjunto. En Los Colorados, es la misma comunidad, son ellos los que hacen de guía de turismo en esa localidad y tienen una cooperativa. Toda la información que nosotros llevamos a ellos les viene bien y demandan otros conocimientos que aún no se generaron.
GG: Hay escuelas súper aisladas, que no tienen las herramientas para abordar ciertos problemas del día a día. En una escuela primaria, las directoras nos han pedido charlas sobre HIV, alcoholismo. Hay niños que consumen drogas. Es una vida difícil para muchos de ellos y viste que en la infancia y en la adolescencia, ver que hay otras cosas te abre el horizonte. Sabés que tu realidad es dura, pero que hay otra realidad posible. Si bien aún no se plantearon, FICUS es un espacio donde se pueden gestar proyectos con participación comunitaria ya sea para hacer ciencia o para desarrollar alguna idea o producto.