¿Qué enseñanzas nos deja la pandemia?
Me parece que querer tener una enseñanza de todo lo que nos pasa está un poco sobrevalorado y además que da una idea de racionalidad de la experiencia que no es muy acorde a la realidad. Algunas personas percibimos la pandemia y el aislamiento como un sacudón importante a nuestras estructuras subjetivas más primarias (la vida, la muerte, la libertad, el contacto, el cuerpo, los vínculos). Otras no tanto. Pero para mí fue un sacudón, un duelo o una interrupción de cierta cotidianeidad. Hay otras experiencias en la vida que nos ponen en esa misma situación, lo que pasa que esta vez fue un poco más generalizada. No digo que antes éramos una sociedad mejor. Pero me parece que lo malo de las respuestas a esas situaciones son las salidas que tienen al miedo y la represión como motor. A veces pienso que aprendimos a ser más individualistas, a desconfiar más. Me preocupa cómo vamos a desprendernos corporal, emocional y estructuralmente de eso.
¿Cómo se proyecta el regreso a las aulas en 2022?
Hay muchas versiones dando vueltas todavía sobre cómo vamos a regresar a las aulas el año que viene. ¿Presencial porque la vacuna habrá sido un éxito? ¿Bimodal, porque la inversión en tecnología lo permitirá? No vamos a regresar a un tiempo anterior al covid. Para mí hay que partir de ese punto. Hay que imaginarnos que regresamos a un espacio de trabajo distinto, que los estudiantes tienen otros hábitos y otras posibilidades y limitaciones, que las formas de evaluar y de enseñar dieron un viraje bastante fuerte. Que nuestras condiciones laborales empeoraron mucho, en términos económicos y en términos cualitativos: trabajamos mucho más y todo el tiempo. El 2022 tiene que regresar con mucho apoyo del Estado y las instituciones para que las personas que trabajamos, estudiamos y habitamos la universidad en sus múltiples roles podamos seguir haciéndolo y con más igualdad. Y así para las personas que quieran hacerlo.
¿Qué será lo nuevo en la universidad pospandemia?
La extensión de la virtualidad en nuestras prácticas docentes, en nuestra forma de trabajar colectivamente, en las formas de estudiar y cursar y en la administración de las universidades. No me disgusta, muchas de las cosas que hice virtualmente me resultaron atractivas y potentes. Pero tiene que incorporarse de una manera que no nos distancie, fragmente y desmovilice.
Se pueden ver acá todas las respuestas que publicamos hasta hoy. En los próximos días iremos compartiendo más.