Durante dos días (y un poco más), referentes académicos y sindicales de distintos puntos de América Latina y el mundo debatieron y se comprometieron en la defensa de una educación superior democrática, popular y feminista. El Primer Congreso Internacional «La universidad como derecho. Perspectivas desde el Sur», realizado el 5 y 6 de noviembre en la Universidad Nacional de Quilmes, constituyó una nueva instancia de reflexión y organización política propiciada por CONADU de la que participaron como panelistas Adriana Puiggrós, Ángelo Gavrielatos (Internacional de la Educación), Karina Batthyanny (CLACSO), Carlos De Feo (CONADU), Axel Didriksson (México), René Ramírez (Ecuador), Marco Antonio Rodrigues Dias (Brasil), Carmen Caamaño (Costa Rica), Combertty Rodríguez (IEAL), Eduardo Rinesi, Gabriela Diker, Sandra Torlucci, Freddy Álvarez (Ecuador), Pablo Gentili, Graciela Morgade, Sandra Carli, Yamile Socolovsky, Fernanda Saforcada, Lucía Trotta, Daniela Atairo y representantes de PROIFES (Brasil), FAPROUASD (República Dominicana), ASPU (Colombia), FAUECH (Chile), CAUT (Canadá), GEW (Alemania) y PPU (Palestina).
Durante esas jornadas, además, se presentó Tendencias de privatización y mercantilización de la universidad en América Latina: Los casos de Argentina, Chile, Perú y República Dominicana, un trabajo elaborado por el IEC-CONADU en el marco de la Respuesta Mundial de la Internacional de la Educación (IE, el organismo que agrupa a sindicatos docentes de todo el mundo) a la comercialización y privatización de la educación y también se realizaron los foros del III Encuentro Latinoamericano contra el Neoliberalismo por una Universidad Democrática, Popular y Feminista.
Las actividades habían comenzado, en rigor, un día antes, cuando en el Museo de la Cárcova (perteneciente a la Universidad Nacional de las Artes) se produjo un encuentro de los referentes sindicales que participarían en el Congreso y también el II Encuentro de Redes y Grupos de investigación sobre Educación Superior Regional e Internacionalización, en el que confluyeron representantes de una decena de redes académicas.
En cuanto al Congreso propiamente dicho, abrió con una mesa compartida entre el diputado nacional y titular de la CTA Hugo Yasky; el rector de la Universidad de Quilmes, Alejandro Villar; el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, y la uruguaya Karina Batthyány, secretaria ejecutiva de CLACSO. Luego, Yamile Socolovsky (IEC-CONADU) coordinó una mesa sobre la Campaña Mundial contra la Privatización y Mercantilización de la Educación (IE) contra la privatización junto a Angelo Gavrielatos, quien además de presidente de la Unión Australiana de Educación es director de la Campaña, y Combertty Rodríguez, coordinador principal de IEAL, la rama latinoamericana de la Internacional. Por último, en esa primera mañana, Fernanda Saforcada, coordinadora de Investigación del IEC-CONADU, presentó junto a Daniela Atairo y Lucía Trotta el libro realizado bajo su dirección, Tendencias de privatización y mercantilización de la universidad en América Latina.
La tarde de la primera jornada ofreció un panorama muy extendido de la situación de la educación superior y de la docencia universitaria en América Latina y otras regiones del mundo, a través de la voz de enviades de distintas organizaciones sindicales. Organizades en dos paneles, Violeta Flores (FAUECH, Chile), Wagner Gomera (FAPROUASD, Rep. Dominicana), Pedro Hernández (ASPU, Colombia), Natalie Schaffer (GEW, Alemania), Eduardo Rolim (PROIFES, Brasil), Amjad Barham Dababat (PPU, Palestina) y David Robinson (CAUT, Canadá / Internacional de la Educación) matizaron en ocasiones el panorama propiamente universitario y laboral con el del escenario político de sus países.
Bajo el título «La universidad latinoamericana, actualidad y desafíos», el cierre del día ofreció una serie de miradas que combinaron lo gremial, lo político y lo académico, con Marco Antonio Rodrigues Dias (Brasil, ex director de Eduación Superior de la UNESCO), Graciela Morgade (Decana de FiloUBA), Sandra Carli (investigadora de la UBA), Gloria Arboleda (ASPU, Colombia) y Miguel Ramos Tapia (FAUECH, Chile).
El segundo día del Congreso contó en la apertura con una mesa centrada en la integración latinoamericana. Presentades por Damián Del Valle (PRIU/IEC-CONADU), dialogaron Axel Didriksson (México), Carmen Caamaño (Costa Rica), Sandra Torlucci (rectora de la UNA), Freddy Álvarez (rector de la UNAE, Ecuador) y Celia Caregnoto (Brasil). Antes del corte del mediodía, Adriana Puiggrós ofreció una conferencia, presentada por Eduardo Rinesi, que fue uno de los momentos más destacados del encuentro.
La tarde de ese 6 de noviembre fue dedicada para el III Encuentro Latinoamericano contra el Neoliberalismo por una Universidad Democrática, Popular y Feminista, una instancia que nació hace un año y medio en Córdoba, en vísperas de la CRES, y ya se consolidó como una referencia para estudiantes, docentes, investigadorxs y trabajadorxs de la universidad. Tras una apertura a cargo de Yamile Socolovsky, se formaron tres comisiones de debate: Vinculación Territorial y Fortalecimiento del Estado Democrático Popular, Descolonización Pedagógica e Integración Regional, y Universidad, Investigación y Trabajo.
Al cierre de las discusiones, un plenario presentó las relatorías elaboradas por estudiantes de cada una de las comisiones. A continuación, la última mesa del congreso presentó, con la coordinación de Yamile Socolovsky, a René Ramírez Gallegos (ex ministro de Ciencia, Tecnología y Universidad de Ecuador, hoy en México) y Gabriela Diker (rectora de la UNGS). Finalmente, se produjo el cierre, a cargo de los dos anfitriones (Villar, de la UNQ, y De Feo, de CONADU) y del secretario general FATUN, el sindicato de los trabajadores no docentes, Walter Merkis.
En coincidencia con los 70 años de la supresión de los aranceles a los estudios universitarios en Argentina (decretada por Perón en noviembre de 1949), el Primer Congreso Internacional «La universidad como derecho. Perspectivas desde el Sur» se constituyó en un nuevo espacio de debate y posicionamiento político del estatuto de la educación y el conocimiento como un derecho humano personal y colectivo, como un bien común y estratégico para el ejercicio de la soberanía. «Porque –como sostuvo la convocatoria del encuentro– el debate, la disputa de sentidos y la organización colectiva no sólo son un signo de la resistencia, sino de la construcción de una alternativa democrática y emancipatoria».