Durante los días 9 y 10 de febrero se realizó en Santo Domingo el 2° Encuentro de Formación del Programa de Fortalecimiento Sindical que lleva adelante la Internacional de la Educación para América Latina con la coordinación de CONADU y la colaboración de Lärarförbundet, el sindicato educativo sueco. En esta oportunidad, participaron, junto a representantes de todas las asociaciones de base de FAPROUASD (Federación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo), la directora del IEC y secretaria de Relaciones Internacionales de CONADU, Yamile Socolovsky (quien coordina el Programa), Verónica Bethencourt, Secretaria Gremial de CONADU, y Fátima Da Silva, Vicepresidenta de la IEAL.
En el transcurso de las jornadas se propuso situar el rol de los sindicatos educativos en el actual contexto de amenazas para la democracia y los derechos en nuestra región. Además, se retomó el examen de las formas de precarización laboral en el sector. En el primer encuentro, realizado en septiembre, éstas habían sido consideradas en relación con el contexto internacional y regional de avance de la privatización y mercantilización de la educación superior; en esta oportunidad, se analizó su vinculación con la violencia laboral y su incidencia en la profundización de la desigualdad de género en la universidad. Sobre este trasfondo, se abordó también el debate sobre los instrumentos normativos y las estrategias de intervención y organización sindical.
El Encuentro fue precedido de charlas públicas en las que Santiago Guillermo, presidente de FAPROUASD, junto a Socolovsky, Bethencourt y Da Silva conversaron sobre «La lucha sindical contra la mercantilización de la educación y la precarización del trabajo académico» con docentes y estudiantes de las sedes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en las localidades de Hato Mayor y Barahona.
Durante el viaje, la directora del IEC-CONADU publicó una nota en el Boletín de FAPROUASD en la que sintetiza el recrudecimiento de las tendencias privatizadoras en la educación superior y, para contrarrestarlas, la necesidad de sostener la agenda democratizadora de las Conferencias Regionales de Educación Superior de 2008 y 2018. «La educación superior no es una mercancía, no es un servicio, es sin ambigüedades, un derecho humano universal, en virtud de su rol determinante en las posibilidades de sustentar una perspectiva de desarrollo autónomo con justicia social e igualdad para las naciones, cuyos estados son, por lo tanto, responsables de garantizarla», escribió Socolovsky.